¿Cómo vencer la ansiedad?

LA ANSIEDAD

La ansiedad es la prima hermana del miedo.

El miedo ve una amenaza; la ansiedad se la imagina.

La ansiedad es esa angustia que está en lo profundo del alma, un malestar, una intranquilidad por lo que pueda pasar. Una desazón constante.

Una persona ansiosa está pensando que algo malo va a pasar; exagera lo negativo, desestima lo positivo. La ansiedad es el temor a lo desconocido o un temor que carece de una causa adecuada.

La ansiedad es contagiosa, crea una atmosfera pesada alrededor, la ansiedad enferma.

1 Pedro 5:7-9 nos advierte: 

Depositen en Dios toda ansiedad, porque él cuida de ustedes.

Practiquen el dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando a quién devorar. Resístanlo, manteniéndose firmes fe.

¿CÓMO DEPOSITO TODA LA ANSIEDAD SOBRE CRISTO?

  • Practicando el dominio propio
  • Manteniéndome alerta
  • Permaneciendo firme en la fe 

Cristo nos ilustra que la base para la ansiedad es la INCERTIDUMBRE y la DESCONFIANZA. Es decir que nos preocupamos por lo que atesoramos en el corazón y por el mañana.

Si tu tesoro está en este mundo, estarás ansioso porque en este mundo los tesoros corren riesgo, pero si tu tesoro está en el cielo, estarás confiado porque allá están seguros.   

No acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido destruyen, y donde los ladrones se meten a robar.

Más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido carcomen, ni los ladrones se meten a robar. Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.  Mateo 6:19-21

Y angustiarse por el futuro no tiene sentido, porque no sabemos qué pasará mañana. 

Por lo tanto, no se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas. Mateo 6:34

Entre más cosas tengas en esta vida, más estarás expuesto a la ansiedad. La única forma de vivir libre de ansiedad es concentrar la mirada en lo eterno, donde todas las cosas están seguras.

El Dr. Neil Anderson nos da cinco pasos o consejos bíblicos par evitar caer en la trampa de la ansiedad:  

  1. Identifica el problema

Un problema bien identificado está a medio camino de ser resuelto.

En general, el proceso de angustiarse desgasta a la persona más que las consecuencias negativas de aquello que le angustiaba.

Mucha gente ansiosa encuentra gran alivio al simplemente clarificar el problema y ponerlo en perspectiva.

  • Separa los hechos de las suposiciones

Una característica peculiar de nuestra mente es su tendencia a suponer lo peor. Pensamientos catastróficos.

  • Determina lo qué debes o puedes controlar

Únicamente eres responsable de aquello que puedes o debes controlar. No eres responsable de aquello que no está bajo tu control.

  • Enumera tus responsabilidades

Necesitas comprometerte a ser una persona responsable, a cumplir con tus obligaciones, y a responder a tu vocación en la vida.

  • Dios es responsable de lo demás

La ansiedad probablemente se deba a que has asumido una responsabilidad que Dios no te ha dado.

Como Dios es responsable de lo demás, deposita en oración tu ansiedad sobre Cristo.  

No se inquieten por nada; por nada estén ansiosos; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús. Filipenses 4:6-7

Oremos:

Amado Padre Celestial, gracias porque tu cuidas de mí y puedo vivir libre de ansiedad, te ruego que guardes mi mente y mi corazón con la paz que solo tú sabes dar, al depositar mi ansiedad sobre Cristo.

Amén           

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