No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta. Romanos 12:2
¿Por qué son importantes los pensamientos?
Lo que pase en tu vida comenzará en tu mente, la mente es la torre de control de tu vida, todas tus decisiones pasan primero por tu mente, lo que hoy somos es el resultado de lo que hemos pensado todos estos años.
Nuestros pensamientos son influenciados: por el mundo, programados por la carne, manipulados por Satanás y alimentados por los sentidos.
En la mente se libra una batalla; lo que tenga el dominio de tu mente, tendrá el control de tu vida.
Ante todo, cuida tus pensamientos
porque ellos controlan tu vida. Proverbios 4:23
Cuando vienes a Cristo sucede una transformación espectacular, pasas de muerte a vida.
Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo! 2 Corintios 5:16
Pero nadie oprimió un botón en tu mente que borre esa vieja programación, esos viejos patrones de pensamientos errados.
Nadie puede cambiar tu pasado, pero sí puedes vivir libre de el.
Por lo tanto, para ganar el torneo por tu mente, es necesario renovar tu mente.
El camino para controlar tus pensamientos empieza con el entendimiento de tu relación con Jesucristo.
Si estás en Cristo, tu pasado no existe más, eres una nueva creación, una nueva persona. Ahora eres un hijo de Dios, amado, aceptado y perdonado.
Pero debes reprogramar tu mente. Alimentar correctamente tu mente. Si pones basura en tu mente, basura saldrá de ella.
Que la palabra de Cristo habite en abundancia en ustedes. Colosenses 3:16
La Palabra de Dios es el pensamiento de Dios y si esa Palabra abunda en ti, tendrás la mente de Cristo, de esta manera podrás atrapar cada pensamiento engañoso y cambiarlo por la verdad.
Al crecer en el conocimiento de Dios ganarás la batalla que se libra en tu mente y tu vida empezará a dar mucho fruto, disfrutarás de paz y comprobarás que la voluntad de Dios es buena, agradable y perfecta.
Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. Isaías 26:3
Oremos:
Amado Padre Celestial, gracias por hacerme una nueva persona, gracias por tu bendita Palabra, porque al llenarme de ella puedo ganar la batalla que se libra por mi mente, hoy decido no imitar las conductas ni las costumbres de este mundo y te pido que me transformes mientras renuevo mi forma de pensar. En el nombre de tu amado Hijo Jesucristo.
Amén