EL LUGAR SEGURO

Cuando pases por aguas profundas, yo estaré contigo. Cuando pases por ríos de dificultad, no te ahogarás. Cuando pases por el fuego de la opresión, no te quemarás; las llamas no te consumirán. Isaías 43:2

El lugar seguro, no está la tierra firme, sino en las aguas más profundas.

Si anclamos nuestra seguridad en las cosas que se ven, seremos defraudados. Pero en CRISTO nuestra ancla está segura.

Pues vivimos por lo que creemos y no por lo que vemos.

En la orilla Pedro no pescó nada, pero cuando confiando en las Palabras de Jesús llevó la barca a aguas más profundas, allí la pesca fue abundante, eran tanto los peces que casi las redes se rompían.

¿Cuál es tu lugar seguro?

Puedes seguir caminando en la incertidumbre y la angustia que produce el sendero que ves ante tus ojos físicos; o puedes sumergirte en el lugar seguro, al caminar por fe en las aguas más profundas del amor de Dios.

¡Es tu decisión! Lo que se ve es efímero, lo que no se ve es eterno.

Cuando Jesús terminó de hablar, le dijo a Simón:

—Ahora ve a las aguas más profundas y echa tus redes para pescar.

las redes se llenaron de tantos peces ¡que comenzaron a romperse! 

El lugar seguro no está la tierra firme, sino en las aguas más profundas.

Tú decides hasta donde te quieres sumergir: a los tobillos, a las rodillas, a la cintura, a los hombros o te sumerges por completo en el rio de agua que da vida. Ese es el único lugar seguro. 

Oremos:

Amado Padre Celestial, perdóname por andar por vista y no por fe. Hoy decido obedecer tu voz y guiado por el Espíritu Santo caminar hacia las aguas más profundas de tu amor, donde está el único lugar seguro.

En el nombre de Cristo Jesús.

Amén.             

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