EL PRE$IO DE LA LIBERTAD

Cristo nos libertó para que vivamos en libertad. Por lo tanto, manténganse firmes y no se sometan nuevamente al yugo de esclavitud. Gálatas 5:1

Cristo nos hizo libres para que experimentemos y disfrutemos la libertad. El precio de esa libertad fue una muerte dolorosa, Cristo derramó su sangre para que tú y yo vivamos en libertad.

Cristo pago el rescate para sacarte del cautiverio, en la cruz, las cadenas de esclavitud se rompen.

Ahora eres libre, pero no experimentarás esa libertad hasta que tomes la decisión de ser libre al aceptar el perdón y perdonar a otros.

Cristo ya tomó la decisión de perdonarte al morir por ti en una cruz, ahora toma la decisión de perdonar a otros para que seas verdaderamente libre.

Si no perdonas estarás sometido de nuevo al yugo de la esclavitud.

Perdonar no es olvidar, No pospongas perdonar esperando el día cuando el dolor desaparezca.

Yo sé que es difícil perdonar. Si Dios te pide que perdones, es algo que puedes hacer.

Suelta a esa persona, porque mientras rehúses perdonarla, seguirás enganchado a ella. Seguirás encadenado a tu pasado y atado a tu amargura. Al perdonar, renuncias a hacer justicia con esa persona, pero ella aún tiene que enfrentarse a Dios.

Puede parecer injusto y te puedes preguntar, ¿dónde está la justicia?. La cruz da sentido moral y legal al perdón.

No esperes que la otra persona te pida perdón. Jesús no espero que sus verdugos le pidieran perdón. Incluso mientras se burlaban y lo abucheaban, él oró: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lucas 23:34)

Simplemente di: lo perdono por el daño que me hizo y como me hizo sentir.   Aunque sea doloroso deja que el Espíritu Santo traiga eso recuerdos dolorosos; al perdonar la espina que te atormenta saldrá. Renuncia a cualquier deseo de venganza y bendice esa persona.

Tal vez tus emociones no cambien inmediatamente, pero si experimentarás la libertad con que Cristo te hizo libre. 

Oremos.

Señor Jesús, aceptó tu perdón. Así como tu pagaste el precio de mi perdón al morir en una cruz, yo decido perdonar para vivir la verdadera libertad.

Amén.       

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

¿Necesitas ayuda?