Porque sabemos que toda la creación hasta ahora gime a una, y sufre como si tuviera dolores de parto. Y no sólo ella, sino también nosotros, que tenemos las primicias del Espíritu, gemimos dentro de nosotros mismos mientras esperamos la adopción, incluido el nuevo cuerpo que nos prometió. Romanos 8:22-23
El mundo se ha enfocado y desgastado en buscar el elixir de la vida, la pócima de la eterna juventud; como detener el envejecimiento.
Sin embargo, encontramos en la Biblia que envejecer es una bendición.
Toda la creación sufre corrupción y gime como si tuviera dolores de parto y nosotros también gemimos mientras esperamos el nuevo cuerpo prometido.
Evitar la muerte y el envejecimiento es contrario a los planes de Dios.
Para vivir hay que morir.
Envejecer es una bendición porque nos acerca a la libertad de este mundo caído.
Aunque envejecer es doloroso, más doloroso sería permanecer en esta humanidad contaminada por el pecado y en un cuerpo corruptible.
Lo que ahora sufrimos no es nada comparado con la gloria que Dio nos revelará más adelante. Romanos 8:18
Envejecer es un regalo que nos acerca cada día más a la gloria de Dios, Porque este cuerpo corruptible se volverá incorruptible.
En la muerte encontrarás vida, si te has acogido a la gracia de Dios y entonces lo mortal se vestirá se vestirá de inmortalidad.
Jesús es el elixir de la vida.
Si la esperanza que tenemos en Cristo fuera solo para esta vida, seríamos los más desdichados de todos los mortales. 1 corintios 15:19
Envejecer es una bendición. Disfrútala, se acerca aquel día.
Oremos:
Amado Padre Celestial, gracias porque tus planes son más altos que los míos, perdóname por no entenderlos. Gracias por el regalo de la vejez que me acerca a escapar de la corrupción de este mundo y a estar en tu presencia por la eternidad.
En el precioso nombre de Nuestro Señor Jesucristo, quien es el elixir de la eterna juventud.
Amén.